Lupita: 1 año después
Hace un año realizamos una campaña para Lupita, una de las talentosas artesanas con las que tenemos el honor de trabajar, que estaba luchando contra una forma agresiva de cáncer de mama. Si bien sus facturas médicas estaban cubiertas, su tratamiento de quimioterapia la dejó sin fuerza física ni energía para trabajar. Como madre soltera de tres hijos, luchaba por salir adelante, aunque su fuerza interior era infatigable.
Nos sentimos abrumados por el increíble apoyo de nuestra comunidad. A quienes compraron el bolso de mano de Lupita (¡llamado así por ella, por supuesto!), donaron directamente o compartieron su historia, ¡GRACIAS!
Recientemente tuvimos la oportunidad de ponernos al día con Lupita, a un año de la campaña y sus últimos tratamientos. Desde el momento en que abrió la puerta de su casa de adobe y ladrillos, quedó claro que rezumaba gran salud. El cabello de Lupita había vuelto a crecer hasta convertirse en una mata lustrosa, un rubor rosado cruzaba sus mejillas, sus ojos brillantes brillaban y lucía una amplia sonrisa.
Si bien su energía y entusiasmo parecían haber regresado, Lupita dijo que había sido un regreso gradual a la salud. A la quimioterapia le siguieron múltiples tratamientos de radiación y su recuperación física postoperatoria fue lenta. Las tareas sencillas que había realizado toda su vida, como cocinar y lavar los platos, le resultaban insoportables. Sus hijos intervinieron para cuidarla y realizar todas las tareas del hogar mientras ella se recuperaba. En octubre incluso hubo un temor de que el cáncer se había extendido al otro seno, pero después de pruebas exhaustivas se determinó que ¡efectivamente estaba libre de cáncer!
Sus capacidades físicas y su energía están regresando y ha podido recuperar su cocina y sus tareas domésticas. Para ella sigue siendo un desafío tejer, ya que teñir hilo y trabajar en el telar son actividades físicamente extenuantes que su cuerpo no está a la altura. Así que se gana la vida limpiando algunas casas alrededor del pueblo y regresa al telar por períodos breves, esperando el momento en que pueda volver a tejer a tiempo completo.
Está llena de gratitud por su familia, amigos y quienes la apoyaron desde lejos durante este momento difícil. Sin embargo, fue sin duda su actitud positiva la que tuvo el mayor impacto para superar esta enfermedad.
“Creer en mí mismo… es lo que me dio la fuerza para superarme”.
Estamos muy contentos de poder compartir esta feliz noticia con usted.