MAR 2023: RANA PLAZA


Recordando a Rana Plaza:
10 años después

El 24 de abril de 2013, Rana Plaza, una fábrica de ropa de ocho pisos en Bangladesh, se derrumbó. Albergó varias fábricas de ropa, mató a 1.134 trabajadores mal pagados e hirió a más de 2.500, y llevó los rincones más oscuros de la moda al foco internacional.

Entonces, ¿qué ha pasado en la industria de la moda desde la tragedia?

Nació la revolución de la moda

Esta tragedia puso en primer plano de la conciencia pública la cuestión de la explotación laboral y las condiciones laborales inseguras en la industria de la moda. En respuesta, un grupo de diseñadores, académicos, escritores y líderes empresariales se unieron para lanzar Fashion Revolution , con el objetivo de crear una industria de la moda más ética y sostenible. El movimiento anima a los consumidores a hacerse la pregunta "¿Quién hizo mi ropa?" y exige mayor transparencia y responsabilidad por parte de las marcas y minoristas de moda. Desde su fundación, Fashion Revolution se ha convertido en un movimiento global, con eventos y campañas que se llevan a cabo en más de 90 países de todo el mundo.

Revolución, pero hazla moda

El auge de una legislación muy retrasada

Algunas de ellas incluyen la Ley de Esclavitud Moderna del Reino Unido, que exige que las empresas revelen lo que están haciendo para abordar la esclavitud en sus cadenas de suministro. En Francia, la ley del deber de vigilancia exige que las empresas identifiquen y prevengan abusos contra los derechos humanos y el medio ambiente en sus operaciones y cadenas de suministro. La Ley de Protección de los Trabajadores de la Confección de California otorga a los trabajadores de la confección varios derechos, incluida la protección del salario mínimo y el pago de horas extras. La Ley de la Moda de Nueva York tiene como objetivo responsabilizar a los principales actores de la industria de la moda por sus impactos ambientales y sociales. Además, la Sustainable Apparel Coalition ha desarrollado el Índice Higg , una herramienta que ayuda a las empresas a medir y mejorar su impacto ambiental y social.

Desafortunadamente, no es suficiente y queda MUCHO trabajo por delante.

El progreso real es demasiado lento en el contexto de la crisis climática y la creciente injusticia social. No ha cambiado lo suficiente y los abusos a los derechos humanos y la degradación ambiental siguen siendo comunes en la industria mundial de la moda, y aunque se ha promulgado legislación real, sigue siendo difícil hacer cumplir plenamente las nuevas leyes a los gigantes de la industria.

Los trabajadores de la confección de todo el mundo siguen enfrentándose a una serie de condiciones laborales injustas, incluidas largas jornadas laborales, bajos salarios y deficientes normas de seguridad. Muchos de estos trabajadores están empleados en países donde las leyes laborales son laxas, lo que permite a los empleadores aprovecharlas sin consecuencias. Algunos trabajadores se ven obligados a trabajar en condiciones peligrosas e insalubres, poniendo en riesgo su salud y seguridad. Otros son objeto de discriminación y acoso, incluidos abusos verbales y físicos. A pesar de los esfuerzos de los defensores de los derechos laborales para mejorar las condiciones en la industria, muchos trabajadores de la confección continúan enfrentando desafíos importantes en su vida diaria.

Según el Índice de Transparencia de la Moda 2022 , las principales marcas de moda no han hecho lo suficiente para minimizar los impactos de las microfibras, que son la mayor fuente de microplásticos en el océano. Sólo el 24% de estas marcas se han comprometido públicamente con esta causa. Además, la industria de la moda todavía depende en gran medida de la mano de obra femenina con salarios bajos, y un sorprendente 94% de las principales marcas no revelan la prevalencia de la violencia de género en su cadena de suministro.

Involucrarse

¡Tú eres la revolución de la moda! Los consumidores pueden desempeñar un papel importante en la promoción de una industria de la moda más justa y equitativa tomando decisiones de compra conscientes y responsables. Al elegir comprar marcas de moda éticas y sostenibles que priorizan salarios justos, condiciones de trabajo seguras y procesos de producción respetuosos con el medio ambiente, participa activamente en la justicia social. Además, puedes reducir el consumo de fast fashion y optar por piezas atemporales y versátiles que puedan usarse durante años. Al apoyar las prácticas de moda éticas y sostenibles y reducir el consumo general de moda, los consumidores pueden contribuir a crear una industria de la moda más justa y equitativa que valore a las personas, el planeta y las prácticas comerciales éticas.

En MZ Made imaginamos y trabajamos por un futuro donde la moda rápida y sus horrendas consecuencias sean la excepción, no la regla. Juntos, consumidores conscientes como usted y marcas de comercio justo como la nuestra pueden transformar la norma destructiva de la industria de la moda en un modelo de negocio próspero y saludable que opere con compasión, justicia y responsabilidad.

Visita FashionRevolution.org para obtener más recursos e información sobre cómo puedes participar.

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