La Guelaguetza
Hoy es el último día del festival anual Guelaguetza , que celebra las tradiciones artísticas y culinarias únicas de todos los distintos grupos indígenas de Oaxaca. Por segundo año consecutivo, las celebraciones públicas se cancelaron para frenar la propagación de Covid-19, y las calles permanecieron semivacías, a diferencia del habitual tapiz de colores y sonidos que agitaban las manzanas abarrotadas de la ciudad. A pesar de este palpable contraste con juergas anteriores, la Guelaguetza permanece vivo a través de coloridas decoraciones en las calles, en reuniones más pequeñas y seguras en restaurantes y hogares, en el espíritu del pueblo de Oaxaca y en los dulces recuerdos de años pasados.
Los socios artesanos de MZ extrañan las festividades, pero dicen que el concepto de Guelaguetza es mucho más profundo que el evento moderno. La palabra Guelaguetza significa “ofrenda” en zapoteco, y en los pueblos tradicionales oaxaqueños, cuando hay una ocasión de celebración, los asistentes a la fiesta traen una ofrenda conocida como guelaguetza , en forma de alimentos, bebidas, flores u otros bienes. . La ofrenda guelaguezta es un concepto de intercambio recíproco precolonial, mientras que las celebraciones actuales se remontan a sólo 100 años.
El evento principal suele ocurrir durante los dos últimos lunes de julio, conocidos como Los Lunes del Cerro ("Lunes en la Colina"), y se lleva a cabo en el Cerro de Fortín, una gran colina que domina la ciudad de Oaxaca y que cuenta con un estadio especial al aire libre construido. Especialmente para la Guelaguetza. Representantes de diferentes regiones de Oaxaca se reúnen vestidos con trajes tradicionales, interpretando las danzas propias de su región. Después de bailar, distribuyen obsequios a la multitud: frutas, canastas, dulces, mezcal, tamales y otros productos locales.
Durante las semanas previas al último lunes, las calles normalmente se llenan de juerguistas, música en vivo, vendedores ambulantes y desfiles. Los lugareños y los turistas se reúnen para celebrar las ricas y vibrantes culturas indígenas de Oaxaca, lo que lo convierte en un momento maravilloso para visitar y experimentar todo lo que la región tiene para ofrecer.
Tenemos la esperanza de que el año que viene esta bonita tradición vuelva a estar en pleno apogeo. Esta reminiscencia virtual del festival de la Guelaguetza sirve como un conmovedor recordatorio de que lo que realmente tenemos que celebrar en la vida tiene sus raíces en el espíritu de dar, compartir y regocijarnos unos a otros.